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COSTES DEL SEXO

COSTES DEL SEXO



La anisogamia (gametos de diferente tamaño macho y hembra) implica que la selección natural (o sexual) ha actuado de modo diferente en los productores de gametos grandes y pequeños, ya que su éxito reproductivo se basa en estrategias diferentes. Aunque hoy podemos ver que existe un gran abanico de situaciones entre las dos estrategias, al hablar de machos y hembras nos referiremos por simplicidad a las dos estrategias básicas extremas. 


teniendo en cuenta lo anterior, la obtención de nutrientes y de energia para fabricar descendientes es propia sólo de las hembras. Los machos compiten también por conseguir nutrientes y energia, pero no los utilizan en la fabricación de hijos sino a la competencia con otros machos para llegar a los óvulos. 









Los machos se diferencian de los primitivos organismos sexuales en que a la hora de realizar el intercambio genético, inseminan pero no aceptan ser inseminados. Cuando en una población se establecen las dos estrategias típicas de machos y hembras, aparece el llamado coste del sexo (Williams 1975, Maynard-Smith 1978, Bell 1982, Stearns 1987, Michod y Levin 1988, Hurst y Peck 1996).



El coste del sexo se refiere a la reducción del 50% en las posibilidades de dejar copias de genes que sufren los individuos sexuales respecto a los asexuales, el llamado “doble coste del sexo” (Williams 1975, Maynard-Smith 1978). El coste del sexo ocurre por dos hechos concurrentes.

1- Los descendientes sexuales llevan sólo la mitad de los genes.

2-Es de gran importancia porque un linaje formado por machos y hembras produce la mitad de descendientes que un linaje de asexuales, ya que los machos no colaboran en la producción de crías.




REPRODUCCION ASEXUAL
100% DE DEJAR COPIAS DE SUS GENES










REPRODUCCIÓN SEXUAL
50% DE DEJAR COPIAS DE SUS GENES






Por lo tanto si una hembra individual, si dedica su presupuesto a producir tanto hijos como hijas, a nivel de nietos obtendrá los descendientes de sus hijas y los de sus hijos (a través de su apareamiento con otras hembras). La cantidad de nietos hubiera sido la misma si la hembra hubiese producido descendientes partenogenéticos, pero en cada descendiente sexual va solo la mitad de genes (el 25% en cada nieto). Para evitar la reducción en las copias de genes se requeriría el doble de hijos/as (el cuádruple de nietos), lo cual hubiese ocurrido si los machos también hubieran aportado su presupuesto a la fabricación de crías.

Cuidado biparental y coste del sexo:

La selección ha favorecido a aquellos machos que eran capaces de inseminar a muchas hembras. Las hembras, por su parte, reciben ADN extraño sin poder inseminar al macho, pero reciben ADN acompañado de nutrientes que les ayudara para la fabricación de crías. Pero esto trae un problema con sigo  y es que si los machos aportan tantos nutrientes en cada inseminación y su potencial de apareamiento disminuye. Esto es llamado conflicto sexual (Trivers 1972).
En general, sólo si las posibilidades de éxito de los machos al tratar de inseminar múltiples hembras están limitadas de algún modo, éstos aceptarán colaborar en el cuidado de las crías. Si la aportación del macho hace que la hembra produzca doble número de crías, el doble coste del sexo queda anulado completamente. 



 doble coste (inseminación 
y cuidado parental)






Coste del sexo 
(el macho solo insemina)

                                                




  Beneficios del sexo

El proceso de reproducción sexual implica que material genético procedente de organismos diferentes se combina para participar en la formación de un nuevo individuo. Para Weismann (1889) esta posibilidad de producir nuevas combinaciones era la razón de la existencia del sexo, al proporcionar la variabilidad sobre la cual la selección natural podría actuar. Las ideas de Weismann fueron admitidas durante la primera mitad del siglo XX, hasta que los influyentes trabajos de la segunda mitad de siglo (Williams 1966, 1975, Maynard-Smith 1978, Bell 1982) pusieron en evidencia que la explicación de Weismann no era suficiente y colocaron el problema del sexo en el pedestal de enigma principal de la biología evolutiva.

La recombinación sexual tiene implicaciones a las cuales podemos aproximarnos al menos desde dos niveles:
Los genes: Por una parte los genes necesarios para cualquier función aparecen duplicados y con frecuencia en diferentes versiones. Los genes sufren mutaciones. La duplicidad permite que unos suplan los defectos de otros. Los genes acompañantes cambian en cada generación. Esto hace posible la reunión de todas las combinaciones de parejas de genes homólogos para un carácter cualquiera.

Los organismos: A nivel de los organismos el proceso significa, al menos, variabilidad. El funcionamiento de los genes, en especial las consecuencias de las mutaciones génicas (teorías mutacionales), así como las implicaciones de la variabilidad de los organismos en su adaptación al medio (teorías ambientales), son los dos focos de atención que han centrado la mayor parte del esfuerzo de los investigadores que han aportado ideas sobre posibles beneficios del sexo.

                               Por ultimo les dejare un gran vídeo 







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